
Ilustración de ‘Emigrantes’ de Shaun Tan.
¿Dónde está lo nuestro? ¿En qué momento nos despojaron de todo, obligándonos a reinventar el propio territorio?
Extraviados, soñamos con la vuelta a casa, creyendo reconocer los olores, las estancias donde ocurrió nuestro llanto, la risa, lo que no fue… Es el precio de los viajes impuestos, un tributo que nos obliga a reducir a una pequeña bolsa lo que consideramos casa. Nuestro pequeño universo reducido a unas pocas fotos, esas en las que habitan las caras amigas, para mirarnos quietas cuando estemos perdidos, hambrientos de abrazos, solos, extranjeros en el nuevo mundo.
Allá donde vamos, buscamos lugares comunes, esos que tienen que ver con el mundo, tal como lo conocimos. Un mapa de recuerdos que nos ayude a situarnos; el punto rojo de ‘Usted está aquí’.
Ya aterrizados, buscaremos nuestros modos en los modos ajenos y el nuevo espacio nos parecerá una máquina llena de gente y de cosas, pero vacía al fin y al cabo, sin sentido, desprovista de calor para un pobre corazón humano, algo cansado ya, de tanto buscar su sitio.
Corto, pero intenso, este artículo lo he sentido más que entendido, siento como a veces puede más querer que todo sea familiar y conocido, que el explorar y aprender aunque pueda asustar en un principio, muchas gracias Susanas por hacerme sentir, un beso!!!!
Gracias a ti, como siempre, Lolo, por entrar, leer y comentar 😉
Volver con tanta fuerza me lleva a preguntarme ¿Por qué has tardado tanto?
Estaba sequita, pero con lo que ha caído este finde, no hubo más remedio que soltar… Gracias, Nat!